Oh del Señor inmaculada esposa,
oh de pureza y de virtud modelo,
tú que la flor más bella y olorosa
un día fuiste del nativo suelo,
y hoy eres viva trasplantada rosa
en los floridos cármenes tel cielo;
flor que el Eterno con deleite mira
y cuyo aroma...
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De armonía, de célica armonía, |
Los espejos de límpida mirada Las bujías de ardiente llamarada, |
¡Inés! Tú no comprendes todavía
el ser de muchas cosas. ¿Como quieres tener en tu alquería, si matas los gusanos, mariposas? Cultivando lechugas Diocleciano, |
SANTA ESCOLÁSTICA I Una tarde de abril, en que la tenue |
Con voladora pluma que no cesa, |
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