• Satán es cazador furtivo en la celeste
    selva donde divaga el místico redil
    y, como un joven sátiro, en la dulzura agreste,
    suena la tentación de su flauta sutil.

    ¡Ay, del que oyera el canto del Malo!, quien oyera
    la perversa sirena del Pecado Mortal,
    ni rasgando su carne poseída pudiera
    extirpar la ponzoña del hechizo fatal.

    ¡Y bien lo sabes tú...