• Tú, todavía virgen esposa de la calma,
    criatura nutrida de silencio y de tiempo,
    narradora del bosque que nos cuentas
    una florida historia más suave que estos versos.
    En el foliado friso ¿qué leyenda te ronda
    de dioses o mortales, o de ambos quizá,
    que en el Tempe se ven o en los valles de Arcadia?
    ¿Qué deidades son ésas, o...

  • I

    Estación de la bruma y la dulce abundancia,
    gran amiga del sol que todo lo madura,
    tú que con él planeas cómo dar carga y gozo
    de frutos a la vid, bajo el pajizo alero;
    cómo doblar los árboles musgosos de las chozas,
    con peso de manzanas, y sazonar los frutos.
    y henchir la calabaza y rellenar de un dulce...

  • Estrella brillante, quien fuera tan constante como tu
    no en solitario esplendor colgada arriba en la noche
    y observando, con eternos párpados abiertos
    como el eremita paciente e insomne de la naturaleza.
    las aguas ondeantes en su clerical tarea
    de ablución pura de las playas humanas de la tierra redonda
    o mirando sobre la...

  • Tienen los locos sueños donde traman
    elíseos de una secta. Y el salvaje
    vislumbra desde el sueño más profundo
    lo celestial. Es lástima que no hayan
    transcrito en una hoja o en vitela
    las sombras de esa lengua melodiosa
    y sin laurel transcurran, sueñen, mueran.
    Pues sólo la Poesía dice el sueño,
    con hermosas palabras...