¡Bien haya el sacro libro del místico poeta
que tus recuerdos canta sobre el hundido ayer!
Él cuente tus historias, esposa del Profeta,
llorando en tus ruinas tu efímero poder.
¡Bien hayan los suspiros que el moro desterrado
desde la ardiente Libia te manda sin cesar!...
Él cuente lo que has sido y evoque tu pasado,
creyendo ver tu sombra...