• Un socarrón mesonero
    dijo a un giboso al revés:
    - No me neguéis esta vez
    que cargasteis delantero.
    El gibado, a estas razones
    replicó: - Es muy importante
    llevar la carga delante
    quien se halla entre ladrones.

  • «¿Qué es cosa y cosa, Constanza?»
    «Diréis vos, que yo no sé.»
    «Desta vez cogido os he.
    ¿No es muy buena adivinanza?»
    «Pero vos, en conclusión,
    ¿me la dais?» «Cosa es forzosa.
    Pues digo que cosa y cosa,
    Constanza, dos cosas son. »

    ...
  • Dos galanes pelearon
    sobre Constanza una tarde:
    Mirad, así Dios nos guarde,
    para donde lo guardaron.
    Si nació la enemistad
    de verse un poco apretados,
    dos pueden caber holgados
    y aún tres a necesidad.

  • De la que a nadie despide
    y al que la pide a las nueve
    a las diez ya no le debe
    nada de lo que la pide:
    De la que así se comide
    como si no hubiera tarde
    Dios nos guarde
    De la que no da esperanza,
    porque no consiente medio
    entre esperanza y remedio,
    que el uno al otro no alcanza;
    de quien desde su crianza
    siempre...

  • Tratando estoy de qué modo
    podría escribir ahora
    vuestro nombre, mi señora,
    y el don en un verso todo.
    Sale el efecto diverso,
    porque por sílabas salen
    la “señora doña Valen”,
    y el “tina” sobra del verso.
    Pues si entrare el verso con
    mi “señora Valentina”,
    no es razón ni cosa dina,
    porque al nombre falta el “don”.
    Y...

  • Cierto día un estudiante
    al revisar su ropilla,
    se encontró en la pantorrilla,
    un enorme interrogante.
    Siguió el pobrete adelante,
    y al ver que en puntos hervía
    su calceta, maldecía
    diciendo: "¡Cuán bueno fuera
    si más estambre tuviera
    y menos ortografía!"

  • Este nombre, Pedro, es bueno,
    por la memoria estimado
    del Pontífice nombrado
    sucesor del Nazareno.

    Pero si queréis quitalle
    la cuarta letra y dejalle,
    se resuelve en un suspiro
    que ninguno habrá que a tiro
    de arcabuz os esperalle.

  • Entraron en una danza
    doña Constanza y don Juan:
    cayó, danzando, el galán,
    pero no doña Constanza.
    De la gente cortesana
    que lo vio, quedó juzgado
    que don Juan era pesado;
    doña Constanza, liviana

  • A Job el diablo tentó
    con tanta solicitud,
    que los bienes, la salud
    y los hijos le quitó.
    Más no pudiendo vencer
    su virtud, por inquietarle,
    trató de desesperarle
    y le dejó... la mujer.

  • No es delito contra el Papa
    que os riáis, señor Centeno;
    pero no tengo por bueno
    que se ría vuestra capa.
    y si ropero que os fíe
    otra capa no tenéis,
    mejor será que lloréis,
    cuando la capa se ríe.