• ¿Conoces, como yo, el dolor sabroso?,
    Y de ti haces decir: "¡Oh, que hombre singular!"
    -Iba yo a morir. Era aquello en mi alma amorosa,
    Deseo mezclado al horror, un mal particular;

    Angustia y viva esperanza, sin humor ficticio.
    Cuanto más se vaciaba la fatal ampolleta,
    Más áspera y deliciosa era mi tortura;
    Todo mi corazón se desprendía del mundo...

  • I

    De aquel terrible paisaje,
    Tal que jamás un mortal vio,
    Esta mañana todavía la imagen,
    Vaga y lejana, me arrebataba.

    ¡El sueño estaba lleno de milagros!
    Por un capricho singular
    Yo había desterrado del espectáculo
    El vegetal singular,

    Y, pintor orgulloso de mi genio,
    saboreaba en mi cuadro
    La embriagante monotonía...