• Como duerme la chispa en el guijarro
    y la estatua en el barro,
    en ti duerme la divinidad.
    Tan sólo en un dolor constante y fuerte
    al choque, brota de la piedra inerte
    el relámpago de la deidad.
    No te quejes, por tanto, del destino,
    pues lo que en tu interior hay de divino
    sólo surge merced a él.
    Soporta, si es posible, sonriendo,...