• ¡Oh tú la de crin rubia, luenga y rizada,
    que caída en torrente barre las losas,
    y que volando incita las mariposas,
    porque así luce aspecto de llamarada!

    Linajuda Regina que, por taimada,
    finges al viejo duque modelo a esposas,
    y de sus canas dices honestas cosas,
    más dignas de la espuma de una cascada.

    Ven y place al que tiene la voz dorada...