• Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte!
    Nunca se satisface ni alcanza
    la dulce posesión de una esperanza
    cuando el deseo acósanos más fuerte.

    Todo puede llegar: pero se advierte
    que todo llega tarde: la bonanza,
    después de la tragedia: la alabanza
    cuando ya está la inspiración inerte.

    La justicia nos muestra su balanza
    cuando su siglos...