• Te veo un ángel,
    de hueso, piel y carne florecido,
    ojos de lince y aldabón de sienes
    golpeando en las puertas del olvido.

    Y más lejos te veo,
    en una tarde azul y proletaria,
    de blusa azul
    con tus ojos ya claramente azules,
    hablando con muchachas
    de blusa azul,
    y azul de fondo el cielo.

    Luego te vas por una calle solo,
    y...