• Naturaleza mía, la que fuera
    Como pesada abeja en primavera,
    Ociosa y hecha para siestas de oro,
    Voraz, aletargable, mudadera.

    Bajo las tardes cálidas, dormida
    De amor, ya el nuevo amor te daba brida,
    Y tú arrastrabas un pesado cuerpo,
    Pesado por el zumo de la vida.

    ¿Qué hice de tí? Para enfrentar tus males
    Sobre tus formas apreté sayales...