• Madre, madre, cansado y soñoliento
    quiero pronto volver a tu regazo;
    besar tu seno, respirar tu aliento
    y sentir la indolencia de tu abrazo.

    Tú no cambias, ni mudas, ni envejeces;
    en ti se encuentra la virtud perdida,
    y tentadora y joven apareces
    en las grandes tristezas de la vida.

    Con ansia inmensa que mi ser consume
    quiero apoyar las...