• El ciego sol se estrella
    en las duras aristas de las armas,
    llaga de luz los petos y espaldares
    y flamea en las puntas de las lanzas.
    El ciego sol, la sed y la fatiga
    Por la terrible estepa castellana,
    al destierro, con doce de los suyos
    -polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.
    Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
    Nadie responde... Al pomo...