• ''Je serai ton cercuil,
    aimable pestilence!''

    Noche de tenues suspiros
    platónicamente ilesos:
    vuelan bandadas de besos
    y parejas de suspiros;
    ebrios de amor los céfiros
    hinchan su leve plumón,
    y los sauces en montón
    obseden los camalotes
    como torvos hugonotes
    de una muda emigración.

    Es la divina hora azul
    en que...