¡El infierno está aquí! El otro no me asusta.
Empero, el purgatorio mi corazón disgusta.
De él me han hablado mucho y su nombre funesto
en mi corazón débil ha encontrado su puesto.
Cuando la ola de días va agostando mi flor,
el purgatorio veo al perder el color.
¡Si es cierto lo que dicen, es preciso ir allí,
Dios de toda existencia, para llegar a...