• ¡Oh, vellón, rizándose hasta la nuca!
    ¡Oh, bucles, ¡Oh, perfume saturado de indolencia!
    ¡Éxtasis! ¡Para poblar esta tarde la alcoba oscura
    Con los recuerdos adormecidos en esta cabellera
    Yo la quiero agitar en el aire como un pañuelo!

    ¡La lánguida Asia y la ardiente África,
    Todo un mundo lejano, ausente, casi difunto,
    Vive en tus profundidades, selva...

  • Déjame respirar mucho tiempo, mucho tiempo, el olor de tus cabellos; sumergir en ellos el rostro, como hombre sediento en agua de manantial, y agitarlos con mi mano, como pañuelo odorífero, para sacudir recuerdos al aire.

    ¡Si pudieras saber todo lo que veo! ¡Todo lo que siento! ¡Todo lo que oigo en tus cabellos! Mi alma viaja en el perfume como el alma de los demás hombres en la música...