• ¡Qué horror! Mi duda insulta al Dios que anhelo.
    Yo necesito orar; ¡estoy tan solo!
    Yo te busco, Señor, en mi camino.
    ¿Dónde estás? ¿dónde estás? Caigo de hinojos,
    Junto las manos y la frente inclino.