En las riberas vagando
de la mar, las verdes olas
mira Argelina y contando
las horas que van pasando
vierte lágrimas a solas.
Sus lindos ojos de cielo
en el horizonte fija,
por ver si encuentra un consuelo
¡mas ay!, que es vano el anhelo
que su corazón cobija.
Su amante le dijo allí
desde su buque velero:...