• Quemaba el sol; ardía el espartiyo
    En la inmensa yanura como yesca,
    Y él, tendido a lo largo en el apero,
    Sestiaba en la glorieta.

    Tenía de un láo una boteya e caña
    Recostada a las botas con espuelas,
    Y el de apala arroyáo a la cintura
    Como pa que el facón no se le viera.

    Adentro, con los ojos soñolientos,
    Descansando la frente entre las...