• ¡Oh tú, temprano sol que en el oriente
    de tus primeros años has nacido
    coronado de luz resplandeciente,

    salve! Y en tanto que a tu grato oído
    de mi voz, por cantarte, los acentos
    labios son de metal contra el olvido,

    con presagios de ilustres vencimientos
    escucha el fin que a tu principio encierra,
    rendidos a tus pies los elementos....