• A mis soledades voy,
    de mis soledades vengo,
    porque para andar conmigo
    me bastan mis pensamientos.

    ¡No sé qué tiene la aldea
    donde vivo y donde muero,
    que con venir de mí mismo
    no puedo venir más lejos!

    Ni estoy bien ni mal conmigo;
    mas dice mi entendimiento
    que un hombre que todo es alma
    está cautivo en su cuerpo.

    ...