• Yo no soy demasiado sabio para negarte,
    Señor; encuentro lógica tu existencia divina;
    me basta con abrir los ojos para hallarte;
    la creación entera me convida a adorarte,
    y te adoro en la rosa y te adoro en la espina.
    ¿Qué son nuestras angustias para querer
    por argüirte de cruel? ¿Sabemos por ventura
    si tú con nuestras...