• Alamicos del prado,
    fuentes del Duque,
    despertad a mi niña
    porque me escuche;
    y decid que compare
    con sus arenas
    sus desdenes y gracias,
    mi amor y penas;
    y pues vuestros arroyos
    saltan y bullen,
    despertad a mi niña
    porque me escuche.