• También sobre la tumba que cubre tus cenizas
    resuenen, pobre amigo, los ecos de mi voz,
    y lejos del bullicio de mundanales risas
    llorando te dirijo mi postrimer adiós.

    También, querido amigo, mis trémulos acentos
    agiten temblorosos las flores de tu sien,
    y unidos al sublime gemido de los vientos
    se lleven a los cielos mi súplica también.

    Si...