• Cuando miré de soledad vestida
    la senda que el destino me trazó,
    sentí en un punto aniquilar mi vida.

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    ¡Cuando infeliz me contemplé perdida
    y el árbol de mi fe se desgajó,
    tuvieron, ¡ay!, para llorar mis ojos
    de amargura y de hiel tristes despojos!

    ¡La nada contemplé...

  • Pero hasta que se apaguen las húmedas pupilas
    de este loco muchacho que te dice sus versos,
    rimarán en tu gloria sus más dulces canciones
    los líricos bulbules que cantan en mi huerto!

    Quizás nunca regreses, o cuando tú retornes,
    mi corazón, inmóvil, duerma su último sueño,
    el que velan los sauces, como madres llorosas,
    y las lunas doradas sobre los...