• No me hables esta noche; solo ansío
    que me beses y abraces con locura;
    que se junte tu labio con el mío;
    que mis brazos opriman tu cintura
    y que cierres los ojos… Tengo frío!

    No me hables esta noche ¡Oh, mi adorada!
    Yo solo quiero en medio del reposo,
    el ardor de tu carne sonrosada,
    el roce de tu mano delicada
    y el ámbar de tu aliento...

  • Y ahora, vuelvo los ojos
    hacia la síntesis del Canto,
    hacia la barca del Pretérito,
    de parda vela y el bauprés sangrado,
    tu propia barca, donde tú venías,
    piloto de ti mismo, timonel de tu barco,
    donde venía la Patria recién nacida,
    como Moisés entre sus mimbres, por donde Dios quiso llevarlo.

    Caracas fue la cuna
    y Angostura la eternidad....

  • Río de las Siete Estrellas,
    camino del Libertador,
    sangre del Corazón de América,
    ¡aorta que no sale del corazón!

    Río delgado de las fuentes
    río colérico de los saltos,
    río de las siete estrellas,
    que en la Fuente no llenas el hueco de las manos
    y luego eres el sueño de un mar sin continencia!

    Río brujo, que te pintas de todos los cielos...