• En la crítica ocasión

    de estar ayudando a misa,

    le dio un terrible apretón

    a un muchacho con tal prisa

    que le puso en confusión.

    Volvió el pobrete la cara,

    y a otro rogó tiernamente

    que su lugar ocupara,

    y que en lance tan urgente

    aquella misa ayudara.

    -Es el diantre que no sé,

    dijo el otro. -No hay...