Señor don Juan, quedito, que me enfado.
¿Besar la cara? Es mucho atrevimiento.
¿Abrazos? ¡Ay Jesús!, no lo consiento.
¿Cosquillas? No las hay por ese lado.

¿Remangarme? ¡Ay, Juanito!, ¿y el pecado?
¡Qué malos sois los hombres!... Pasos siento.
¿No...