• Cuando me encuentro solo, y los aromas
    del oriental dorado pebetero
    con sus olas azules me rodean,
    jinete en el bridón del pensamiento
    vuelo al mundo divino y misterioso
    de las hadas, los gnomos y los genios,
    a ese gigante mundo del poeta
    de fantásticos seres gran imperio.
    ¡Oh! Cómo me deleitan esos cuadros
    que en mis...