• Mi juventud se torna grave y serena como
    un vespertino trozo de paisaje en el agua:
    la ebullición sonora de aquel primer asomo
    primaveral, deshízose lentamente en mi fragua…

    Tu risa de oro, de cristal, de plata,
    rememora un scherzo ya lejano…
    en tu risa hay un eco de sonata,
    de pizzicato de violín tzigano.

    Jugueteando en el nido de tu boca,...