• He aquí la noche encantadora, amiga del criminal;
    Llega como un cómplice, a paso de lobo; el cielo
    Se cierra lentamente cual una gran alcoba,
    Y el hombre impaciente se cambia en bestia salvaje.

    ¡Oh noche!, amable noche, deseada por aquel
    Cuyos brazos, sin mentir, pueden decir: ¡Hoy
    Hemos trabajado! — Es la noche la que alivia
    Los espíritus que devora...