• LLa calle, aturdida, aullaba a mi alrededor.
    Alta, delgada, de luto ,con dolor majestuoso,
    Pasó una mujer a mi lado, con mano fastuosa
    Alzaba y mecía lo mismo festón que dobladillo;

    Ágil y noble pasó, con piernas de estatua.
    Mi alma no cesaba de beber de sus pupilas,
    Cielo lívido con gérmenes tormentosos,
    La dulzura que fascina y el placer que mata....