• ¡Chopo viejo!
    Has caído
    en el espejo
    del remanso dormido,
    abatiendo tu frente
    ante el Poniente.
    No fue el vendaval ronco
    el que rompió tu tronco,
    ni fue el hachazo grave
    del leñador, que sabe
    has de volver
    a nacer.

    Fue tu espíritu fuerte
    el que llamó a la muerte,
    al hallarte sin nidos, olvidado
    de los...