• Voto a Dios que me espanta esta grandeza
    y que diera un doblón por describilla,
    porque ¿a quién no sorprende y maravilla
    esta máquina insigne, esta riqueza?

    Por Jesucristo vivo, cada pieza
    vale más de un millón, y que es mancilla
    que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!,
    Roma triunfante en ánimo y nobleza.

    Apostaré que el ánima del...