• I

    La joven madre perdió a su hijo,
    se ha vuelto loca y está en su lecho,
    eleva un brazo, descubre un pecho,
    suma las líneas de un enredijo.

    El dedo en alto y el ojo fijo,
    cuenta las curvas de adorno al techo;
    y muestra un rubro pezón, derecho
    como un espasmo y ardor de rijo.

    En la vidriera cortina rala
    tensa y purpúrea cierne...