Labios tienes cual púrpura rojos,
tez de rosa y de fresco azahar,
y rasgados dulcísimos ojos
del color de los cielos y el mar.
Oro es fino la riza madeja
que hollar puede el brevísimo pie,
y flor tierna tu talle semeja
que temblar al favonio se ve....

Dulcísima virgen, eres
bella entre cuantas mujeres
de rara belleza vi;
ni en el bajo suelo hay cosas
dignas, por puras y hermosas,
de que las compare a ti.
Jamás estrellas rivales
de tus ojos celestiales
en la tierra contemplé,
ni les hallo...

¡Cuán vivamente anhelo
contigo hallarme a solas, sin testigo!
Mas apenas ¡ay cielo!
un instante consigo
quedarme solo faz a faz contigo;
Súbitamente olvido
¡cuanto decirte mi pasión quería;
en lánguido gemido
fenece la voz mía;
y tú me ves...

I

Contemplando callaba embelesado,
feliz visitador, a dos doncellas,
tan puras y graciosas como bellas,
y bellas ambas en el mismo grado:
mas, apenas llegaste, y el estrado
alto asiento te diera en medio de ellas,
como ante el sol se apagan las...

¿Dónde, Elena, en qué parte
del tan vario universo,
hallar podrá mi verso
bellezas a que pueda asemejarte?
¿Con qué esfuerzo del numen o del arte
acertaré a formar tu fiel traslado?
Entre imágenes tantas que, de aquellos
y estos objetos bellos
que...