• Ya en la otoñal y hermosa alameda
    vuelan los últimos cálices de oro
    y en tus nerviosas pestañas de seda
    queda temblando una lágrima de oro.

    El surtidor su romanza masculla,
    siempre más triste en la noche cercana,
    —Dime, Princesa, la historia que arrulla
    y hace olvidemos la Muerte cercana.

    Dime la vieja leyenda harmoniosa
    que habla de...