• En antiguas orgías cuerpos y almas servimos
    a los siete lobeznos de los siete pecados;
    la vid de la Locura de sus negros racimos;
    exprimió en nuestras bocas los vinos condenados.

    Pálidas majestades sombrías y ojerosas,
    lánguidos oficiantes de pintadas mejillas
    se vieron coronados de nuestras frescas rosas
    y en la Misa del Mal doblamos las rodillas...