• Ya que eres grata como el cariño
    ya que eres bella como el querub,
    ya que eres blanca como el armiño,
    ¡sé siempre ingenua, sé siempre tú!

    El torpe engaño que el vicio fragua
    nunca se aviene con la virtud.
    ¡Sé transparente como es el agua,
    como es el aire, como es la luz

    Que tu palabra -dulce armonía
    que tu alma exhala como un laúd,...

  • ¡Tu belleza mirífica no asoma
    y en éxtasis escucho tu voz clara,
    que llega del jardín cual un aroma,
    pero cual un aroma que cantara!

    ¡Endulzas con tu acento un mar de acíbar
    y en éxtasis escucho tu voz clara,
    que viene de un amor, cual un almíbar,
    pero cual un almíbar que cantara!

  • Vuelve a mí la odorífera corola
    y acoge la oblación de mis gorjeos,
    ¡oh tú, la rosa mística, la sola
    flor viva del jardín de mis deseos!

    Tu esencia, en que mi anhelo se sacia,
    es tu cáliz nítido, que adoro,
    gota de miel en ánfora de gracia,
    grano de mirra en incensario de oro.

    A ti van los suspiros y las quejas
    del nostálgico mal que me...

  • Semejas esculpida en el más fino
    hielo de cumbre sonrojado al beso
    del sol, y tienes ánimo travieso,
    y eres embriagadora como el vino.

    Y mientras: no imitaste al peregrino
    que cruza un monte de penoso acceso,
    y párase a escuchar con embeleso
    un pájaro que canta en el camino.

    Obrando tú como rapaz avieso,
    correspondiste con la trampa del...

  • ¡No intentes convencerme de torpeza
    con los delirios de tu mente loca!
    ¡Mi razón es a la par luz y firmeza,
    firmeza y luz como el cristal de roca!

    ¡Semejante al nocturno peregrino
    mi esperanza inmortal no mira el suelo:
    no viendo más que sombra en el camino,
    sólo contempla el esplendor del cielo!

    ¡Vanas son las imágenes que entraña
    tu...

  • En la Venus de Médicis el arte
    Previó cuanto hay en ti, menos la túnica.
    Irreprochable desnudez imparte
    Al mármol gracia vencedora y única.

    No te des al acaso. Dios no envía
    La suprema beldad a cualquier gusto.
    ¡La manda para ser en la porfía
    botín al fuerte y galardón al justo!

  • Traigo por la cadena un bello tigre hircano
    Que a tu neurosis, harta de júbilos de miel,
    Inspira un acre gusto: el de pasar la mano
    Por la incitante felpa de la vistosa piel.

    Felino que figura el estro a que sonríes,
    El numen que me alienta, gallardo y fiero al par
    Y que gruñendo lame tus breves borceguíes,
    Cual por el flujo a veces en la ribera el...

  • ¿Detenerme? ¿Cejar? ¡Vana congoja!
    La cabeza no manda al corazón.
    Prohibe al aquilón que alce la hoja,
    no a la hoja que ceda al aquilón!

    ¡Cuando el torrente por los campos halla
    de pronto un dique que le dice: atrás,
    podrá saltar o desquiciar la valla
    pero pararse o recular... jamás!

    ¿Por qué te adoro y a tus pies me arrastro?
    ¿Por qué...

  • ¡Qué radiosa es tu faz blanca y tranquila
    bajo el dosel de tu melena blonda!
    ¡Qué abismo tan profundo tu pupila,
    pérfida y azulada como la onda!

    El fulgor soñoliento que destella
    en tus ojos donde hay siempre un reproche,
    viene cual la mirada de la estrella,
    de un cielo ennegrecido por la noche.

    ¡Tu rojo labio en que la abeja sacia
    su...

  • Insensibles a fiestas y grimas
    y con alas de luz de centellas,
    pero esquivos a cautas doncellas,
    difundíos por gentes y climas.

    No sois gemas inmunes a limas
    y con lampos de fijas estrellas,
    sino chispas de golpes y mellas
    y ardéis lascas de piedras de simas.

    Pero hay siempre valer en las rimas.
    Por que duran refranes? Por ellas,
    y...