A NAdie mirais, Señora,
Que, si no le falta el seso,
No quede luego á la hora
De vuestros amores preso;
Que os hizo Dios soberano
Tan hermosa y escogida,
Que es partido muy mas sano
La muerte de vuestra mano
Que de otra mano la vida.

...

 
Sobre la piedra sembré,
Vana fué mi confianza;
Sobre polvo edifiqué:
Revés recibio mi fe
Y desvio mi esperanza.
Vuestro nombre me engañó,
Mas el sobrenombre no;
Que con obras desengaña.
Tras el ángel iba yo;
Diablo se me tornó
...

 
Si mi voluntad erraba
Gozando de libertad,
Luego vi la ceguedad
Y tinieblas en que estaba,
En viendo vuestra beldad.
Peno porque no pené,
No pené mientras no os ví;
Mas en viéndoos conocí
La gloria que agora sé
Que en veros tarde...