José Alcalá Galiano

  • Miré tu rostro, y de la inmensa altura
            Bajé á mi corazón,
    Y al verle encadenado á tu hermosura
            Bendije mi prision.

    La noche en su silencio y con su calma
            Adormeció mi sér,
    Y al mecerse tranquila, olvidó el alma
            Su eterno...