Mihi lucrum mori..
S. Pablo
¡Ay la vida! ¿Qué es la vida?
Chispa oculta entre pavesa,
relámpago que atraviesa
tempestad enfurecida.
¡Ay la vida!
Es mal que cura la muerte;
negra cárcel que, al morir,
logra el prisionero abrir,
de tal suerte
que una ganancia es morir.
Dejar espinas y abrojos
para ceñirse de estrellas,
secar del llanto las huellas
y clavar en Dios los ojos.
¡Ay! los ojos
que han visto el mundo funesto;
eso es dicha que el que muere
a gloria y cetro prefiere;
y es por esto
que gana mucho el que muere.
¿Qué son los placeres? Humo.
¿Qué es la hermosura? Ceniza
que en el sepulcro se pisa:
cuanto en la tierra hay de sumo,
todo es humo;
¡plata y seda, todo, todo...!
De manera que se gana
muriendo en edad temprana;
de tal modo
que sólo el que muere gana.
¿Por qué tan ruda ansiedad,
tanto afán, tanta locura,
en ir tras lo que no dura,
en buscar la vanidad?
¡Vanidad!
Que duelos mil atesora,
sólo el necio su ganancia
busca en la tierra con ansia,
porque ignora
que es la muerte una ganancia.
Vivamos, pues, a manera
del cautivo en calabozo,
que, ajeno de risa y gozo,
libertad cercana espera;
de manera,
que pongamos todo anhelo
en la gloria de morir,
sin cansarnos de decir
viendo el cielo:
nuestra ganancia es morir.