La fe

—Adios, el Rey á pelear me envía
Al África abrasada,
Si tu amor se opusiera, rompería
En tu reja mi espada.

—Vé á lidiar, pero lleva en el combate,
Como escudo sagrado
Del corazon leal que por mí late,
La cruz que yo he bordado.

—Por ella de los árabes infieles.
Como nupciales arras,
Yo te traeré marlotas y alquiceles
Y rotas cimitarras.

Adios, dijo la dama en triste queja,
Y adios el caballero;
Y bañando en sus lágrimas la reja.
Partir le vió ligero.

Cuatro veces Abril de gayas flores
Cubrió la madre tierra,

Des que el noble doncel, soñando amores,
Partió para la guerra.

Cuatro años há que en el altar del templo,
Donde adora Castilla
A su invicto patron, de héroes ejemplo,
Una lámpara brilla.

Cuatro años há que en vano su ventana,
Dama de ilustre cuna,
Cierra al primer albor de la mañana
Y abre al lucir la luna.

No viene, dice ya la córte ociosa,
Y el corazon deshecho,
¡Vendrá!, con ciega fé dice la hermosa,
Llevó una cruz al pecho.

Mas de nuevo tornó á buscar su nido
La golondrina errante,
Y espirar vió la dama el mes florido
Sin ver tornar su amante.

Detrás de la entornada celosía
Llorando, en triste queja,
«¡Ojalá hubiera roto, se decia.
Su espada en esta reja!»

Cuando una noche al trasponer los cerros
La luna enamorada,
Sintió en su reja destallar los hierros
Al choque de una espada.

«¡Él és!» dijo al abrir, y en grito ardiente
Oyó decir «¡Es ella!»
A tiempo que asomaba en el Oriente
Blanquísima una estrella.

Collection: 
1850

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