El escrutinio en Canelones

JULIÁN
En Canelones trunfó
con justicia nuestra lista,
de los otros, ni la pista
ayí siquiera se vio,
pero el Juez de paz creyó
una ocasión de primera
para insultar la bandera
del orden justo y legal,
dando parte a un Trigunal
pa que el derecho le diera.

Afigurensé cuñaos
los motivos que tendrían,
dicen ellos, que ya habían
por un decreto abisao,
el que en la plaza pegao
dende la votación estaba,
que el mesmo juez ordenaba
por nueva risolución
suspender esa inscrición
porqué de ayí se ausentaba.

Comprendieron la jugada
los nuestros en el istante
era fiero y humiyante
el permitir tal tirada,
ansí es, que jue protestada
y al otro juez se nuembró,
el que tampoco yegó
conbenido en el pandero,
y lo mesmo que el primero
al deber le reculó.

Entonces se hizo yamar
al suplente a que viniese,
para que todos pudiesen
su nombre al menos firmar;
él nada tardó en yegar,
y sin pretención de alarde,
lincontrario del alcalde
cumplió bien con su deber,
como siempre debe, hacer
quien con la lay se rejuarde.

Al ver el otro cuatrero
que le salió mal la fiesta,
le dio por hacer protesta
del modo más altanero;
no hubo ni rancho, ni aujero
de gente de su camada,
que no haiga sido citada
sin que perdiera un momento,
pa firmar su ducumento
so pena de una estaquiada.

No jue lerdo el tal chancleta
dispués que vido el montón
de los de nuestra openión,
creyó burladas sus tretas.

Nos hacía esas gambetas
pa esperar otro domingo,
y variar con tiempo el pingo
ganándonos sin sentir,
pues tenía que recebir
una mestura de gringos.

Bien pensao era el ardil
pa dejarnos a la luna,
sin esperanza ninguna,
de vencer a tanto vil
que en el gran Fierro-carril
les mandarían del centro,
a salirnos al encuentro,
y ansí, mansitos, a todos
atarnos codo con codo
y arrastrarnos hasta adentro.

Pero los blancos de ayí
son firmes y corajudos,
y hay algunos copetados
más picantes que el ají;
y eyos como ¡un ay de mí!
Por no quererse doblar,
a veces suelen andar
de gachos, oliendo el suelo,
y hayan todo su consuelo
en reñir y cospirar.

Collection: 
1868

More from Poet

  • LUCIANO
    Pues seguiré en la vigüela
    y por cifra mi rilato;
    escuchen un breve rato
    la historia que me desvela.

    Señores, pido atención,
    que mi lengua no se enriede,
    ni en la marcha se me quede
    empacao el mancarrón.
    El laso e mi rilación
    ...

  • Lo más amacho cuñaos,
    es que un mosito dotor
    del circo conserbador
    haiga la junta alabao.
    Dijo que habían galopiao
    con rumbos pa el porvenir,
    por qué los vía seguir
    en la güeya del derecho,
    ande bajo el mesmo techo
    pronto se iban a riunir....

  • La Inscripción electoral en la República Oriental. La abstención del Partido Nacional. Muertos apareciendo para votar. El fraude en Canelones. Las elecciones. Polémica Gómez y Ramírez. Deuda Castro reconocida. Interesante discurso del juez Marcial. Los buenos patriotas. Instalación del Club...

  • Le di al pingo una ración,
    y me enbitó don Miguel
    a que saliese con él
    pa yebarme a una riunión,
    en la cual nuestra openión
    diba a tratar ese día,
    que de votar se astendría
    por no poder consentir
    el modo ruin de cumplir
    que la otra gente...

  • Oiganmé pues con cuidao
    que les va a gustar el caso,
    donde dos ternes machasos
    con la pluma se han trensao.

    Justoamante y Don Herrera
    de otro tiempo resentidos;
    hoy de frente se han ponido
    separaos por dos tranqueras,
    para ver quien más pudiera...