¡Amor dulce y poderoso!
No te puedo resistir,
Y acuerdo de me rendir,
Que defenderme no oso,
Sin obligarme á morir:
Y pues de nuestra pasion
Eres absoluto rey,
Mi penado corazon,
Tornado ya de tu ley,
Sigue tu fe y opinion.
Doime por siervo y vasallo
De tu querer y poder,
Sin darte que agradecer,
Pues aunque busco no hallo
Otra cosa que escoger.
Poner á tus demasías
Reparo ni defension
Son ya muy vanas porfías,
Pues tengo visto que son
Tus fuerzas sobre las mias;
Por do queda conocido
Que ponerme es lo mejor
En las tus manos, Amor,
Como se pone el vencido
En las de su vencedor:
No porque estoy bien contigo
Pues tanto mal me conciertas,
Pues estoy tan mal conmigo,
Que me meto por las puertas
De mi mortal enemigo.
Aunque es flaqueza vencerme
De tí, mayor lo sería
El no usar de cobardía
Contra quien para valerme
No me sirve valentía:
No porque tu ingratitud
Tenga yo por conocer,
Mas la falta de salud
Me fuerza para hacer
De necesidad virtud.
Y lo que recelo mas
Y me pone turbacion,
Porque sé tu condicion,
Es que no me tomarás
A muerte, sino á prision:
Mas haz tú lo que quisieres,
Que yo á merced te me doy,
Y he de querer lo que quieres:
No mio, mas tuyo soy,
Y he de ser lo que tú fueres.