JULIÁN
Y yo los pusiera pior
ataos en un hormiguero,
amostrando al aire el... cüero
para longiarlos mejor.
Han hecho una chamuchina
de locro con carbonada,
sólo había combidada
pa los de la chupandina.
Y aqueya gente tan fina
comensaron a apedarse
Y unos a otros a gritarse
«Semos los netos de Flores,
blancos y conservadores
que se apronten pa apretarse.»
Ay estaban mesturaos
los negros con los de guante.
Don Varela y Justoamante
y Vilaza el del Juzgao;
a cual de ellos más niamao
haciendo grandes cabriolas;
¡No haber tenido mis bolas
pa prénderselas de firme,
pero mejor pensé en dirme
y dejarme de mamolas.
Boy a decirles quien son
esos tigres de primera,
y vean la madriguera
que tiene nuestra nación.
Varela es hombre que al tranco
en su vida poco ha andao,
y en cuanto se han descuidao
acodiyó, crudo, a un banco,
aunque muy torpe, no es manco,
y el momento aprovechó,
y al pobre pueblo arruinó
poniéndose en juerte quiebra,
dispués que amoestró la hebra
la boca se les golpió.
Esa pilcha, de pulpero
nunca habría dejao de ser,
pero a juerza de lamber
se vio metido a banquero,
y al verse tanto dinero
quiso darle gusto al pico,
quedando en poco más rico
que aquel inglés ño Lafon,
u a juerza de hacer javón
logró engrasar el hocico.
El Vilaza, es otra papa
que a las Uropas jue a dar,
hay quien diga que a estudiar,
y yo que lo sé de piapa,
que su talento es con tapa
y nunca se destapó,
macho jue, mula volvió
pero es paine pa otras cosas.
Se trujo un puñao de mosas
que a la marchanta tiró.
Y se dice que en la Unión,
él vido la luz primera;
ansí es que por lay debiera
ser con justa y gran razón
blanco puro y de openión.
Pero mejor es ansí
que él quede metido ayí,
y siga siempre adelante
que su amigo Justoamante
sin él, es un ay de mí.
Aura hablemos sin recelo
de este hombre maldecido,
tirano ruin, que ha undido
sin compasión nuestro suelo
que lo ha cubierto de duelo
teniéndolo en viva guerra
y por poco nos entierra
del modo más miserable
gobernando a juerza e sable
con enganchaos de otra tierra.
Él a Flores se riunió
cuando la imbasión aqueya
que tan doloridas güeyas
a nuestra Patria dejó, 1880
y jue quien le aconsejó,
la alianza con el Brasil;
Dios quiera que ni un candil
lo alumbre cuando se muera,
y de este mundo saliera
ajusilao como un vil.
Ya conocen los manates
que pelean por el poder,
y si llegan a vencer
aprontemos los petates.
BALIENTE
Son malvaos hasta el rigor
esas ratas de primera,
quien en el campo los viera
para hacerles el favor...
CENTURIÓN
Digamé pues don Julián
sino es preguntarle al cuete,
he visto ajuera otro flete
¿no sabe de quien será?