Era la hora solemne del ocaso:
y yo que el vagabundo paso lento
iba moviendo pensativo, acaso,
por donde un día alzábase el sangriento
Sagrado Tribunal, detuve el paso
al pie del majestuoso monumento
que alzó mi patria al héroe sin segundo
a quien debe...

Paz sobre la constelación cantante de las aguas
Entrechocadas como los hombros de la multitud
Paz en el mar a las olas de buena voluntad
Paz sobre la lápida de los naufragios
Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas
Y si yo soy el traductor de las...