Andrés Bello

  • ¡Salve, fecunda zona,
    que al sol enamorado circunscribes
    el vago curso, y cuanto ser se anima
    en cada vario clima,
    acariciada de su luz, concibes!
    Tú tejes al verano su guirnalda
    de granadas espigas; tú la uva
    das a la hirviente cuba;
    no de...

  • ¡Piedad, piedad, Dios mío!
    ¡Que tu misericordia me socorra!
    Según la muchedumbre
    de tus clemencias, mis delitos borra.

    De mis iniquidades
    lávame más y más; mi depravado
    corazón quede limpio
    de la horrorosa mancha del pecado.

    Porque, Señor...

  • I
    No bulle
    la selva;
    el campo
    no alienta.
    Las luces
    postreras
    despiden
    apenas
    destellos,
    que tiemblan.
    La choza
    plebeya,
    que horcones
    sustentan;
    la alcoba,
    que arrean
    cristales
    y...

  •     Es fuerza que te diga, caro Olmedo,
     que del dulce solaz destitüido
     de tu tierna amistad, vivir no puedo.
       
        ¡Mal haya ese París tan divertido,
     y todas sus famosas fruslerías,
     que a soledad me tienen reducido!
       
        ¡Mal rayo abrase,...